domingo, 8 de septiembre de 2013

PROCESO INTEGRAL DE INICIACIÓN Y EDUCACIÓN EN LA FE

        Queridos Padres, catequistas y chicos, queremos presentarles el proceso diocesano de catequesis que se implementará para la edad de la infancia en nuestra escuela.

Se preguntarán:  ¿Por que se ha reestructurado la formación de los niños?, ¿cuál es su objetivo?, ¿qué nos toca hacer a cada uno de nosotros?.

¿Qué es el proceso diocesano para la catequesis infantil? Es un camino de educación en la fe, es continuar con el compromiso adquirido en el bautismo de los niños, en el cual recibieron el don gratuito de la fe, sabiendo que les fue dado en germen, y necesita ser desarrollado y cultivado.

     ¿Quiere decir que la catequesis ha cambiado?, ¿en qué? La catequesis a partir de este año la tendremos como un proceso de varios años en el que la persona se va progresivamente capacitando, para que -al mismo tiempo que crece en tamaño, inteligencia y cultura- vaya creciendo y madurando en su fe cristiana.

     ¿Cuánto tiempo durará este proceso de educación en la fe? El Procesos Diocesano de Catequesis para la edad de la infancia comprende un total de 9 años y se estructura en tres grandes etapas como se muestra a continuación:


¿Qué son las etapas y los niveles? Es necesario, padres/familia, que ubiquen claramente en qué etapa y nivel se encuentra el niño.

La revelación que Dios ha hecho de Sí mismo es basta y ha de presentarse poco a poco, por lo que se ha estructurado la etapa en 3 niveles. Cada una tiene su propio contenido y su propio objetivo a lograr.

Cada etapa corresponde a 3 niveles; estos están distribuidos según la edad, los intereses del niño y, sobre todo el objetivo religioso.

La Iglesia siempre ha enseñado que son los padres, antes que nadie, quienes están obligados a formar a sus hijos en la fe y en la práctica de la vida cristiana (Código de Derecho Canónico, c. 774). Por este motivo, deben poner los medios para que, al llegar al uso de razón, sus hijos reciban –cuanto antes-  la debida preparación (cfr. idem, c. 914).

El catequista tendrá que realizar la difícil labor de personalizar los textos a las necesidades del chico. Su labor pedagógica y didáctica es indispensable.

Los catequistas no darán nunca por finalizada su personal formación. Su importante tarea les llevará a sentir el peso de la responsabilidad que supone ser un verdadero e idóneo instrumento para la evangelización. Cada uno verá como pueda llevar a cabo esta labor de actualización, renovación y mejora de los contenidos y de la didáctica.

La FORMACIÓN GRUPAL será acompañados del GRUPO DE CATEQUISTAS, en reuniones en el Decanato, Parroquia y en encuentros establecidos en fechas especificas.

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